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The future of mankind julio 4, 2007

Posted by pegasussudaka in economía, ensayos, filosofía, inglés, política.
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We are nowadays in a point of the history of mankind in which; we all as the human specie must decide what path we should follow. The first one is the way of capitalism, the maxima of producing and profiting. We are meant to maximize the product and our consumption no matter what it takes. The second one is to be conscious of the implications and effects of our actions, being aware that we just transform not create anything and therefore we totally depend on the primary resources, which are extracted from Earth, and this is the most important of the economical inputs because it is not solely an input for production but a necessary conditions for the survival of humankind and the support of all life. The horizon of our future is clear now in comparison of our expectations on environmental issues in the past; we now know that if we keep our actual way of living and interacting with the environment, the pollution, deforestation, global warming, poverty, and so on; will get worse and worse until it will not be bearable for any of us. This is the problem we are now in the position to choose whether we continue with our extractive, short sighted capitalist way; or if we take a completely different road, that will mean not only a change in our consumption path, but in our way of thinking, and obviously in our standard of living.

It is important to make clear, what should be considering for defining the “standard of living” category, even more what we mean when we talk about “welfare”. Is welfare related to wealth? Well the answer seem simple and obvious, it is a strong but complex yes. The first issue is to what we call wealth: it is just how much a person earns or it is a sum of a variety of factors like cultural heritage, ancient knowledge, technology, education, the aesthetics values like art and music. And the factor that it’s crucial for our purposes, the importance of considering the biosphere, our whole planet, nature or natural resources and services under the category of wealth.

Today, in the traditional national accounting method given by the UN, we consider the first definition of wealth; we measure the income and its rates of growth as a strong indicator of how a country is performing economically, but also as an indicator of welfare. And this is a huge mistake with disastrous effects. A government who is trying to improve the welfare of its country will try therefore to increase the GNP (gross national product). So where is the trouble? Well, if you are a poor country without capital goods or technology but a lot of natural resources, the only way to increase your income is to export primary resources or goods. For example, that country could export wood, and to be able to do this it must use its forests. And considering that deforestation is not measured on national accounts it will be a net increase of that country’s wealth. But this it is not true, when you exploit and cut off your forests you are getting “poorer”, forest provide a lot of goods and services besides wood. That is what is called, natural services: The first one is to be a provider of inputs (wood, oils, fruits, and so on); the second one is residuals processing and storage; the third one is support for life and the forth is the recreational, and aesthetic value per-se. So when you destroy an entire forest and hugely increase your account balance you are not getting richer, you are losing the other three environmental services that that forest provided you. Nobody will be able to admire its beauty, all the animals and life it contained will be gone, and finally it will affect the ecological equilibriums with unknown effects over health and even weather. It is specially true when forests are also the home of “primitive” (as they are called) societies like the “amazonic” Indians that depend on the forest as the basis of his way of living; or to put it simple the they and their forests is the same thing if one is gone the other is too. And if we dare to see our dependence on Earth, we will see that if we destroy it we will destroy ourselves. We will all die, because we cannot eat or breathe or drink money.

Estado Corporativo, la justicia de Rawls y la Pobreza según Sen. septiembre 17, 2006

Posted by pegasussudaka in Ecuador, ensayos, política.
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Estado Corporativo, la justicia de Rawls y la Pobreza según Sen.

John Rawls y su noción de justicia; más que una situación factible, un dato histórico o siquiera una hipótesis de trabajo; es una prueba de justicia. En otras palabras es un “debe ser” con el cual compararse. En Ecuador, esta comparación puede dar muchas nuevas luces sobre la inequidad, la pobreza y muchos otros problemas que nos aquejan. Para John Rawls un contrato social sería justo, pues partiría de un “punto original” en que todos los jugadores estarían bajo un velo de ignorancia. El contrato que se firmaría de este proceso debería ser justo, pues cumpliría con dos principios.
Enfocándonos ahora en el análisis del primer principio, de las libertades, que son la garantía de las libertades básicas compatibles con un esquema similar a los derechos de los demás. En este punto es fácil ver como este primer principio no es satisfecho por las características históricas del Estado Ecuatoriano. El nacimiento del Estado Ecuatoriano en 1830, fue el nacimiento de un Estado Corporativista, al servicio de los intereses de dos grupos, los hacendados y los militares. Su primera constituyente es el producto de una reunión de “padres de familia” del territorio ecuatoriano, donde sin duda, existía una clase, es más, una raza totalmente ausente, los indígenas y los pobres en general (mestizos). Estos, aún siendo la mayoría, de ninguna manera tuvieron una participación en este “punto de inicio” o para decirlo más claramente en la negociación inicial, y se vieron ligados por la fuerza a cumplir los preceptos de este contrato entre elites, en condiciones de sumisión. Esto provocó además, el afianzamiento del “Sistema Hacienda”. La Hacienda (1820-1949) es la institución básica de la formación de la República Ecuatoriana. Siendo entendido por esta, según palabras de Hurtado como: “…toda unidad de producción agrícola que usa mano de obra dependiente y que explota la tierra y el trabajo de manera tradicional.” , que se conforma paulatinamente en la Colonia desde el Siglo XVIII y en el siglo XIX adquiere sus características definitorias. La Hacienda se forma por la compra, el despojo, la herencia, matrimonio, donaciones y mayorazgos. En la Sierra la hacienda se afianza por la falta de títulos de propiedad de los indígenas, cuyas tierras cayeron en manos de criollos, que se apropian también de las tierras del Rey. En la costa, con el auge del cacao, se amplían con las tierras colonizadas y la tierra de los pequeños labradores. Se produce una concentración de la tierra en pocas manos, siendo la mayoría de hacendados, herederos de los encomenderos y la iglesia (jesuitas).

La ocupación de mano de obra de la hacienda en la Sierra, se basa en el concertaje, (Cédula Real 1601) según el cual “…se autoriza que los indios concierten libremente su trabajo por semanas o por días. Con el tiempo por este contrato –ordinariamente vitalicio- un campesino que carece de tierra se compromete a trabajar para un hacendado todo el año o la mayor parte de él. Estas obligaciones se extienden a su familia que debe colaborar en ciertas faenas agrícolas y prestar periódicos servicios domésticos: sus hijas como servicias y él como huasicama.” . Toda esta institución opresiva estaba sustentada con “la prisión por deudas”, que permitía encarcelar a los campesinos que según el patrono no cumplía con sus obligaciones. La explotación al indio, al campesino, al montubio; se basa en la propiedad de la tierra y la dependencia total del peón a la hacienda; toda la sociedad se basa en la explotación de estas clases; y esta explotación y abuso ejercido por el hacendado es el gamonalismo.

La Hacienda fue además de eje económico, el eje del poder político; siendo los hacendados quienes ejercieron el poder directa o indirectamente. En la naciente República, los hacendados fueron los Presidentes, los Ministros, los diputados; es decir la elite dominante. La estructura de la autoridad ejercida por este grupo, fue primero de carácter familiar; entendido esto como un jefe de familia como principal y sus parientes como autoridades secundarias. Luego, el hacendado, es más que una autoridad laboral, sino que actúa de Juez, de Policía y de Legislador. Regula además del trabajo, la vida privada de sus peones. Es la cabeza de una sociedad paternalista, opresora, protectora y autocrática; donde su autoridad no es cuestionada por los campesinos que ven al hacendado como un ser superior; y este lo considera natural por los beneficios que este entrega a los peones. El hacendado tiene todo el poder, es una especie de cacique, que por la propiedad de la tierra, influencia en la vida económica y social tiene el poder político; que es una especie de señor feudal con restricciones; que basa su poder para llegar a gobernar, en una “clientela política” que no es más que su campo de influencia, el que utiliza para acumular más poder. Para el pueblo campesino, el interés de la patria no es más que el interés de su patrono. Aquí están las bases del caudillismo político y la raíz de lo que sería el populismo.
Así sustentado en esta base económica, se consolida un Estado Corporativo, diseñado de tal manera de garantizar un marco jurídico y un orden establecido, para legitimar e institucionalizar la situación privilegiada de las elites que negociaron en un primer momento el Contrato Social, y que sólo vio adaptaciones en función del cambio propio de las elites. El Estado Ecuatoriano en sus inicios es diseñado con un propósito muy claro, maximizar el beneficio de los “jugadores”, que en el momento de la independencia detentaban el poder (criollos), es decir, no se impone el velo de ignorancia y como se dijo anteriormente no existe plena libertad ni un esquema igual para libertades similares. Sobre todo no se puede justificar entonces, las inevitables desigualdades sociales. Pues estas deberían satisfacer dos condiciones: Deben estar asociadas a posiciones abiertas a todos en igualdad de oportunidades; y deben maximizar el beneficio para los miembros menos aventajados de la sociedad. Esto claramente no pasa y más aún está totalmente invertido, como en un espejo maligno, pues el Estado Corporativo no permite que exista movilidad social; buscando perennizar el poder de las oligarquías, y mucho menos disminuir el riesgo de ser un perdedor del juego social. Esto es, debido a que existen asimetrías de la información, que llevan obviamente a que los ganadores, sabiéndose fuertes buscan crear mecanismos no sólo para mantenerse como tales, sino para evitar que el perdedor tenga algún beneficio. El indio y el cholo, no son más que el ganado o la tierra; son un medio y no un fin.
(II)

Aunque algunos arguyan que desde 1925, en la “Revolución Juliana” se comenzó a constituir un verdadero Estado Nacional, debemos decir que los vestigios del Estado Corporativo no han desaparecido hasta el día de hoy, pues jamás se han eliminado las desigualdades abismales, no sólo de ingresos sino también en capacidades y derechos (en la metodología de Sen). Más aún, se han reinventado los mecanismos para conseguir los mismos fines, y se ha logrado mantener aislados del ejercicio de los derechos políticos, sociales y económicos a la mayoría de la población ecuatoriana. Las reformas sociales y económicas han estado de acuerdo a las necesidades de la economía ecuatoriana de articularse más eficientemente con el mercado externo, con el cual mantiene relaciones de dependencia. Se puede mirar entonces las reformas de la Primera y Segunda Juntas de Salvación Nacional y de la presidencia del Dr. Isidro Ayora, como reformas necesarias en el contexto de la economía mundo para lograr la expansión de las fronteras de la misma y el crecimiento de la burguesía mundial (Misión Kemmerer impulsada desde la FED, o la importación de instituciones extranjeras como el Banco Central y la Superintendencia de Bancos, así como la Seguridad Social Global y la Corporación Aduanera). Sin embargo en un país como el Ecuador, dado su relativo aislamiento y poca importancia estratégica para la economía mundo, la implantación de un verdadero Estado Nación y del capitalismo en toda su magnitud, no llegó sino hasta la década de los 40’s con el ‘boom’ bananero, y el posterior auge petrolero; que nos dio un nuevo estatus en el mercado mundial homogenizador y siempre hambriento de recursos naturales; integrándonos en él por completo. Esto trajo una renegociación del contrato social, tal como si fuera un juego dinámico, aunque las asimetrías de la información persisten, existen más jugadores y las estrategias se vuelven más refinadas y se logran disminuir los beneficios de los ‘ganadores’ y aumentar el bienestar de los ‘perdedores’. Existe en teoría la participación de todos los jugadores factibles (universalidad de la ciudadanía), pero se mantienen obstáculos reales para que se pueda ejercer plenamente todos los derechos, en este caso políticos. Esto nos lleva a una nueva situación estratégica con nuevos jugadores y con elites no tan coherentes y homogéneas como los albores de nuestro país, pero igualmente dispuestos y sobretodo con los medios para seguir perpetuando la injusticia (en los términos de los criterios de Rawls) y su posición hegemónica y una gran mayoría todavía desorganizada, sin conciencia política y sin fines claros, incapaz de conseguir mejores términos en la negociación.

En este tipo de Contrato Social (si es que puede mantener este nombre), al que todos los ecuatorianos estamos ligados, por la fuerza o por contratación, es el marco preciso del que se deriva inevitablemente grandes desigualdades y sobre todo la pobreza y la miseria. Como vimos el Estado ecuatoriano cumple siempre con dos características básicas en todas sus diferentes metamorfosis. La primera es que su propósito es tal, que garantiza y perpetúa el poder de las elites (criollos, hacendados, banqueros, importadores y exportadores, monopolistas, Cámaras de la Producción y de Industria). Al mismo tiempo vuelve invisible a todos los demás componentes de la sociedad civil: indios, clases medias, obreros. La segunda característica es que está diseñado de tal manera que cumple con una función muy importante para la economía mundo, que es la explotación eficiente de los recursos primarios y de la mano de obra; que alimentan al centro industrial mundial. Todo esto hecho en alianza con las clases oligárquicas del este país.
De estas dos características básicas se pueden derivar las condiciones para que el Ecuador sea un país donde la pobreza (bajo cualquier metodología) sea escandalosa.
No sólo existirían diferencias en las rentas, dado el marco jurídico que en sus inicios llegó a legalizar el despojo de la propiedad, en especial de la tierra indígena y la conformación de las haciendas (con la primera república y la alianza hacendados y militares). También podemos observar esta realidad con la más reciente flexibilización laboral o reformas (o propuestas de reformas) a impuestos a la renta, para disminuirlos en pro de la producción, pero que ocultan un deseo de aumentar desigualdades y beneficiar aún más a los ricos.
También existirían, diferencias en los derechos para poder ejercer las capacidades.
Para Sen en sus principios de capacidades (capabilities) y derechos (entitlements). La libertad surge de proveer a los individuos no de bienes primarios homogéneos (de los que habla Rawls (que incluyen libertad, renta, derechos políticos), sino de capacidades específicas para que en su contexto histórico y social determinado los individuos puedan gozar de libertad para procurar su peculiar y también específica noción de bienestar. No son los logros, en ningún sentido objetivo, lo que determina la adecuación de su teoría sobre la igualdad sino la posibilidad de determinar libremente lo que uno quiere hacer en la vida.
Desde esta perspectiva, tampoco el Contrato Social, o para nuestro análisis la superestructura jurídica y política ecuatoriana, satisfacen estos principios. Los indígenas que son las poblaciones con mayor pobreza medida por ingreso y por necesidades insatisfechas, lo serían también por capacidades y derechos. Su propio contexto social fue devastado por el contexto histórico de la conquista, la colonia y la hacienda. No sólo fueron explotados sino también privados de toda clase de oportunidades para realizarse como seres humanos libres. Hoy en día sigue la privación histórica de estos derechos y capacidades para la mayoría de ciudadanos ecuatorianos, puesto que el acceso a sanidad, educación, inclusive podría decirse a un empleo digno siguen siendo de alta dificultad y aún tendiendo acceso a ellas son de baja calidad. Tampoco se puede dejar de mencionar las limitaciones existentes a nuestra libertad para trasmitir nuestros valores y mantener nuestra multiculturalidad y multinacionalidad, bajo el peso del monstruo del Estado Nación, puntal de la economía mundo homogenizadora. Siendo esto, de nuevo, es especialmente cierto para los indígenas, pero se expande en su dimensión la gran mayoría de pobres, que son la desgraciada mayoría en nuestro país.

Es sin duda importante y en mi opinión crucial, ampliar estos derechos y capacidades al ámbito ambiental, para ampliar el contexto social e histórico en el que se desarrollaría ese hombre libre de Sen; a la biosfera y a los ecosistemas sociales. En Ecuador, y creo en todo el mundo, no se debe tratar de comprender al hombre y a la sociedad sin comprender también al hábitat natural en el cual se desarrolla. Estos vínculos entre hombre naturaleza son todavía más fuertes en las comunidades amazónicas y andinas; para los cuales la tierra no es un insumo o un recurso ni un capital, es su hogar, su proveedor y su Pacha Mama. Estos derechos y capacidades también deberían incluir consideraciones intertemporales e interespaciales, pues no se puede maximizar el beneficio de ningún jugador actual en detrimento de un jugador futuro; inexistente aún pero real. Esto implícitamente puede llevar al fantasma de la redistribución; pues la ‘gran nave espacial que es el planeta tierra’ establece límites reales y físicos al progreso de la economía, aún bajo la sustentabilidad débil (sustitución tecnológica como una solución factible a los problemas ambientales). Significa que es una imposibilidad igualar ‘hacia arriba’ a todos los habitantes del planeta tierra; dejando como opción que los más derrochadores sean más austeros; y los más necesitados sean proveídos.
(III)

Todos estos aspectos llevan a algunas conclusiones. La primera es la necesidad de un nuevo Pacto Social, donde se trate sobretodo de construir un marco verdaderamente inclusivo y que cumpla con el principio del maxmin de Rawls y garantice los derechos y capacidades; políticos, sociales, económicos y ambientales, de todos los actores sociales. Sin embargo, es imperativo el replantear y discutir los proyectos políticos y civilizatorios, para poder lograr este nuevo pacto en los términos de la sociedad plural que somos y más aun plurinacional. Es decir, replantearse el rol del mercado, del Estado nación, y sobre todo de la posición de la sociedad frente a la inequidad y a la pobreza. Esto es dejar de ser complacientes y hasta tolerantes con las graves injusticias, inequidades y sobretodo la miseria que alimenta oligarquías casi parásitas que nos gobiernan. Finalmente, esto lleva a la conclusión de que la gran mayoría de ‘excluidos’ del pacto social debemos organizarnos y crear objetivos claros para iniciar una reformulación de los términos del contrato y mejorar la situación de toda la sociedad, cuyo ideal de bienestar está hipotecado por los ricos que no quieren dejar de ser ricos y que para ello desean que los pobres se queden pobres.

¿Qué es justicia? agosto 22, 2006

Posted by pegasussudaka in ensayos, política, Uncategorized.
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La concepción neocontractualista de John Rawls es atractiva por su nivel de abstracción y por construir un modelo que justifica, desde la filosofía moral, la “desigualdad justa” (sin sacrificar nunca los principios liberales). La justicia es imparcialidad (fairness); y se basa en dos principios básicos que son la garantía de las libertades básicas compatibles con un esquema similar a los derechos de los demás. Y sobre todo en la justificación de las inevitables desigualdades sociales. Estas deberán satisfacer dos condiciones: Deben estar asociadas a posiciones abiertas a todos en igualdad de oportunidades; y deben maximizar el beneficio para los miembros menos aventajados de la sociedad. Esto último es sin duda muy importante, puesto que revela el principio de minimización de riesgo social, o el principio maxmin; esto es, maximizar la utilidad de los menos aventajados o de los perdedores del juego social. Esto es posible pues desde aquel punto original o punto de origen y bajo el velo de ignorancia; los hombres que están provistos de racionalidad y razonabilidad; elegirán un marco o un contrato que permita que haya ganadores (es decir, no se castigue al talentoso, al emprendedor, etc) y al mismo tiempo garantice u optimice la situación de los perdedores. Siendo esto posible, pues nadie sabría con certeza sus talentos, debilidades y por ende, que llegarán a ser al final del juego social. Eligiendo un contrato donde se minimice el riesgo de ser un perdedor. Puesto en diferentes palabras, el contrato que se firmará, será aquel donde se reconoce y permite que existan ricos y pobres, pues esto es propio de sistema de mercado -y de la vida misma-; pero donde los pobres estén en la mejor situación posible y existan ricos con la condición de que mejoren el bienestar de toda la sociedad. Se ve en esto un deseo de equilibrar la eficiencia con el bienestar social.

En este punto, podemos observar que el modelo de John Rawls, aunque es un juego o situación estratégica, y podría ser comprendido desde la Teoría de Juegos, presenta un grave obstáculo para poder modelizarlo desde esta manera, pues los jugadores no conocen su tipo (es decir, si es un jugador fuerte o un jugador débil; si es talentoso o no por ejemplo). Pues si conocieran su tipo, aunque no conociesen el tipo de los demás jugadores podríamos tener un juego bayesiano estático – con algunos supuestos de cómo se llevaría a cabo la negociación-. Esto nos lleva a una imposibilidad de saber como actuarían los jugadores en esta situación inicial; siendo la única forma de llegar a una solución, establecer un supuesto de cómo son los jugadores. Para Rawls, este jugador bajo el velo de ignorancia, como dijimos no sabe su tipo, pero es un ser racional (maximizador de su propio beneficio y que concibe el bien) y es razonable (que comprende los principios de la colaboración equitativa o que busca el bien común); esto también cambia la forma de modelizar, pues no estamos frente al hommo economicus, sino frente a un ser moral.
Sin embargo, existe una crítica clara que podemos extraer de este intento de modelizar el contrato de Rawls desde la Teoría de Juegos y es que en su situación hipotética no considera la aversión al riesgo, es decir, no considera como afectaría su principio de maxmin, el hecho de que los jugadores sean propensos al riesgo. Sin duda, apostarían por una sociedad que premiara un poco más a los ganadores y subsanara débilmente a los perdedores; aunque se mantuviesen bajo el velo de ignorancia. Esto sin duda no cambia el deseo de equilibrar o armonizar los ideales de la maximización de los beneficios y del bienestar social, pero hace que las posibles soluciones sean múltiples (o no únicas), es más haciéndolos independientes de un Óptimo de Pareto . Es decir, relativiza el principio de minimización del riesgo, y más aún da una mayor importancia al cómo y al procedimiento del contrato social (o a la negociación). Está claro que el planteamiento de Rawls es demasiado abstracto para ser blanco de este tipo de críticas y de esta “relajación” o puntualización de supuestos implícitos, pero es un ejercicio intelectual que nos permite ver, cómo diferentes sociedades con diferentes tipos de contratos sociales, pueden seguir siendo justas en su diversidad. Esto es, sociedades como la norteamericana con una mentalidad arraigada de progreso y éxito (entendidos desde la concepción burguesa), han creado una sociedad donde al ganador se lo premia grandemente y al perdedor solamente se le garantiza con lo más básico del Estado de Bienestar (cobertura médica- aunque no completa-, educación gratuita-aunque de baja calidad-), pero que produce 64 ricos diarios. En Europa, en especial los países nórdicos han creado fuertes Estados de Bienestar; con amplios derechos para los sindicatos y trabajadores, seguros de desempleo onerosos, cobertura médica global y de gran calidad desde el nacimiento a la muerte, etc.; pero donde existen altísimas tasas de desempleo y donde es muy difícil la instalación de nuevas industrias y el emprendimiento en general. Cuál sociedad es la más justa. La respuesta depende de nuestras creencias, de nuestra cultura, de nuestra ideología. La respuesta viene de la política; y he aquí donde yace la verdadera justicia; en la capacidad de todos los miembros de la sociedad civil, de poder tener un voto igual al de todos los demás, independientemente de los talentos, capitales o influencias; más aún razas, religiones o creencias. Esto, para poder elegir en un proceso democrático representativo el contrato más justo, que cumpla con el principio de maxmin, bajo el parámetro de riesgo establecido desde este consenso.

De plásticos y longos y de ecuatorianidad. septiembre 17, 2005

Posted by pegasussudaka in Ecuador, ensayos, política, Uncategorized.
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De plásticos y longos y de ecuatorianidad.
Bueno en el Ecuador parece que existen sólo dos tipos de jóvenes, los plásticos y los longos o cholos. Es así porque los unos –los plásticos- llaman longos a los que los que los llaman a ellos aniñados –o sea los cholos-. Este remedo de trabalenguas no es más que un esbozo de uno de los rasgos más básicos de la ecuatorianidad, que es el de sentirse único o diferente pero no en un sentido positivo sino en uno destructivo, excluyente y sectario. Ya desde la Colonia los habitantes de estas tierras, se separaban en dos grupos los “blancos” (que aún en su pálida piel tenían el reflejo bronceado del poderoso mestizaje ecuatoriano) y los “no blancos”, donde entraban los mestizos, indios y negros; todos ellos en su forma sintiéndose excluidos de este grupo, en el que estaban atrapados, y así mirando a todos los otros como seres ajenos a su realidad.
Es increíble ir por la Plaza de las Américas en Quito, lugar de encuentro de los más plásticos, niños de papi y todo aquel descendiente del 10% de los blancos (que desde hace casi 500 años siguen dominando el país); y observar los rostros paliduchos, las ropas agringadas, las conversaciones de tono estridente con el inconfundible tono de los aniñados; casi todos con el bendito iPod y con un cara de que están oliendo kaka; y luego irse por ciertos sectores de Conocoto y observar grandes grupos de jóvenes andinos, de piel cobriza y pequeña estatura con su destellante acento “arrastrado”, caminando en grupo a uno de los conciertos de Hipatia Balseca o Widinson; finalmente irse por Solanda el nuevo paraíso del Regaetón; donde hay tantos de los pálidos como de los cobrizos, pero predomina la ropa hiphopera, las falditas para el perreo y/o el traje dark metal; el sur al ser una mezcla de diferentes raíces, al venir los jóvenes de padres de diferentes lugares del Ecuador y diferentes posibilidades económicas, es una verdadera mezcolanza. Claro está que era de esperarse esto en Ecuador; o acaso este no era el país de mayor biodiversidad en el mundo; pues los jóvenes somos organismos vivos y como hemos visto somos muy diversos.
Oswaldo Hurtado habló ya de los mundos superpuestos en este país, que no es más que decir que ésta nación está pegada con saliva o ecuatorianamente con baba. Nos llamamos ecuatorianos pero qué compartimos en común me pregunto, qué es lo que nos hace un uno.
¿Por qué me soy ecuatoriano y no quiteño? ¿por qué soy ecuatoriano y no soy quitu, inca o español? ¿Por qué soy ecuatoriano y no soy mestizo, blanco, negro, amarillo, o tomate? Y no se equivoquen, en lo referente a las razas, no estoy diciendo que la nacionalidad excluya a lo otro, sino que en el caso del Ecuador, sería mejor olvidarnos un ratito de que si la ñaña de la vecina ha nacido con la mancha mongólica o no.
Yo digo, si somos tan diferentes no busquemos la nacionalidad en lo que somos, sino busquémosla en lo que queremos, para nosotros y para el país. Ecuatoriano es entonces el que quiere trabajar, luchar y vivir por su desarrollo y por el bien de su país; todo aquel que no quiera esto no es mi compatriota, no me importa si se pone la camisa de la Selección cada vez que juega o cada vez que duerme; ni que sólo coma cuy y fritada; sino que en verdad, quiera el desarrollo del Ecuador y actúe y peleé por conseguir este objetivo.

La Economía con ética es posible. May 8, 2005

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Para encontrar la relación entre ética y economía, es inevitable preguntarnos si el hombre está en función de la economía o esta está en función del hombre. Es decir, existe una disyuntiva entre dejar que las fuerzas del libre mercado sigan su curso “natural”, aún cuando implique un impacto social negativo o tener límites y controles para lograr una mayor equidad. La respuesta, parece aparente si somos miembros solidarios de la sociedad, pues sin duda diremos que debe haber una intervención de carácter ético en el sistema económico para garantizar una mejor situación social. ¿Pero esta es la respuesta definitiva y correcta? Sin duda para tenerla se necesitará realizar un pensado análisis.

Para saber si es posible tener una economía con ética, debemos aclarar las diferencias entre las dos. Así tenemos a la ética, que es el estudio de lo que “se debe hacer”, esto incluye el modo de ser, pero principalmente acciones relacionadas con los demás. La ética, por este motivo viene dada por la sociedad, en nuestro caso, una sociedad que pertenece al mundo occidental, que ha sido profundamente influenciado por las enseñanzas judeo-cristiana. En esta ética se nos propone la igualdad de todas las personas no sólo en oportunidades sino también en acceso a los recursos, que no serán asignados de acuerdo a su productividad sino a sus necesidades (entendidas estas como las vitales para la supervivencia digna). Es decir, el pobre debería recibir parte del ingreso del rico, porque este lo necesita más que el segundo. La economía clásica por su lado está, según palabras de Adam Smith, libre de la ética, pues el mercado se encargará de expulsar al agente que tenga esa carga extra de la que sus competidores están libres. Todo hombre actúa por su interés individual racional y los recursos serán asignados por el mercado, en otras palabras, tendrá más el que más produzca; esto es básico para tener una economía saludable dado que los estímulos promueven la eficiencia. Es decir, al rico no se le debe despojar de ninguna parte de su ingreso para transferirla al pobre, porque el rico produciría menos y la economía en su totalidad sería más pobre. Hoy por hoy, en la mayoría de economías del mundo incluido el Ecuador, se vive en un sistema económico mixto, llamado “Social de Mercado”, esto significa que a pesar de que se deja al libre mercado la fijación de precios, el gobierno tiene una intervención parcial, destinada básicamente a buscar una mayor equidad social. Esto ha probado ser efectivo dado que la mayor igualdad social genera estabilidad política y, por tanto económica, puesto que un país con menos desigualdades es más propenso a un desarrollo sostenido y libre de conflictos.

Así, podemos decir que una economía con ética es posible, pues a pesar de que la ética (basada en el sentimiento) y la economía (basada en la razón); funcionan en diferentes esferas del pensamiento humano, pueden y, es más, deben trabajar juntas. Dado que el protagonista de la economía no es el hombre económico, que se guía por la fría racionalidad y busca la mera ganancia monetaria; sino que es el hombre real, el que tiene valores y creencias y que encuentra satisfacción también en el beneficio de los demás. Debo decir también, que las decisiones que tome un economista, no deben estar guiadas únicamente por la simple teoría sino que debe estar conciente de su impacto social y su influencia en la calidad de vida del otro, de nuestro prójimo. En conclusión podemos ver, que la ética, al ser la base de toda sociedad civilizada, debe estar incluida en cada una de las actividades concernientes a la misma; y la economía, teniendo la importantísima y difícil tarea de la administración de sus escasos recursos, debe tener en esta, su guía principal.

La esperanza como opción. abril 27, 2005

Posted by pegasussudaka in ensayos, filosofía, política.
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En el actual mundo, poco a poco se nos convence desde todos los frentes del poder, que ya no existe la esperanza. Todo está dicho, o todo lo nuevo que se dice es refutable o débil. Se asegura que vivimos en el mejor de los mundos posibles, en el mejor de los sistemas políticos (democrático), el mejor sistema económico (capitalismo). Se dice que es el final de la historia, que Dios murió y que el nuevo ídolo a adorar es el dinero.
La praxis supera al alma, el mundo ha perdido su esencia y nosotros las personas; caminamos a la deriva en un mundo desolador. Nada queda, ni siquiera los ideales, la sabiduría es despreciada. Se potencia cada vez más la depredación económica, y el más cruel, oportunista y avaro es el más apto.

Que podemos hacer y sentir, los que todavía tenemos corazón, los que hemos conservado nuestra alma más allá de la agresiva ofensiva de la modernidad. No podemos aceptar formar parte de este mundo sin sentido, que basándose en las falacias del positivismo y del enriquecimiento como meta última, nos llevan a todos hacia un abismo fatal. Debemos tomar la responsabilidad de sembrar de nuevo la esperanza en el corazón del mundo. Es nuestro deber ser portadores de la voz de la humanidad, que clama por salir de su encierro bajo la ciencia, el neoliberalismo y el evolucionismo social. Es nuestra tarea liberar la fuerza creadora y solidaria de nuestra especie para recuperar el sentido de la vida, la búsqueda de los nuevos valores, centrados ya no en destruir, y sostenidos por la soberbia y la vanidad, sino en una verdadera construcción y cooperación armónica con nuestro hogar la tierra.

No queda más entonces, y esto no es poco, que tener esperanza de cambiar el mundo desolado que nos heredaron nuestros padres y la civilización europea; debemos creer en el futuro, un futuro que no sea guerra, ni dominación, ni una libertad falsa destinada a acabar con el débil o el desafortunado. Queda tener la fuerza y la convicción de destruir a los nuevos ídolos y de una vez por todas librarnos de los falsos sueños y paradigmas. Así de los inmensos desperdicios de su destrucción quedarán espacios para que el fresco verdor de la esperanza brote y renazca, renovando el mundo y convirtiéndolo en un lugar mejor para todos.

La Crisis Política y Ética del Ecuador. Según Pegasus abril 7, 2005

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Hoy el Pueblo del Ecuador está sufriendo las convulsiones que todo cuerpo enfermo y atacado por la corrupción sufre. Mi país se muere día a día y de seguir así, ya nada podrá pararlo. El presidente Lucio Gutierrez por el deseo desesperado de mantenerse en el poder y peor aún, teniendo al mismo como único fin de todas sus acciones, ha caído en una situación donde tuvo que pactar con el mismo diablo, para seguir sentado en el sillón presidencial. Abdalá Bucaram, declarado incapaz mentalmente para gobernar el Ecuador, prófugo de la justicia, populista, y ladrón; dejó el país llevándose en costales el dinero de los gastos reservados con la ayuda de sus «pepudos» (guardespaldas); y ahora vuelve como si nada hubiera hecho, con intenciones, además de ser candidato para la Presidencia de la República. En esta situación, cuando los tres poderes del Estado le pertenecen a este señor, si se lo puede llamar así, es una muestra inequívoca de que el Ecuador está tocando fondo. Nos quedaremos ahí? Dejaremos que el PRE, el PRIAN y la Sociedad Patriótica, se repartan la riqueza de nuestra patria y que utilicen el Estado no para el bien común, sino para su propio beneficio?La respuesta está en cada uno de nosostros, los niños, jóvenes, adultos y ancianos de este paraíso convertido en infierno. Debemos levantarnos no sólo en protestas, sino en espíritu, y debemos estar concientes de que el poder que ostenta esta mafia no es legítimo y que el mismo radica en nosotros, en el pueblo. Por tanto, tenemos el derecho y la obligación de reclamar lo que es nuestro y refundar la República, para que se convierta en una democracia real y que el Ecuador no sea la hacienda o el feudo de estos políticos maquiavélicos que han desangrado y siguen desangrando al país.

Pegasus quiere patear a Lucio marzo 30, 2005

Posted by pegasussudaka in política.
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Lucio presidente de mi país, dijiste que eres «dictócrata» pues para mí sólo eres un rata. Si otra rata que está sentada en el sillón presidencial por obra y gracia de nuestro deficiente sistema democrático-electoral.
Sí, cada vez que te veo en la tv te quiero patear, y son muchas la veces que apareces. Dices algo y te desdices luego, eres como una hoja seca que es arrastrada en su caída por los vientos de la conveniencia y el deseo de poder político y económico.
Toda tu familia vive hoy del Estado, de mis impuestos, de mi trabajo. Porqué tengo que seguir aguantando que seas el jefe de mi país?
No me importa que botarte de tu trono imaginario sea inconstitucional, lo que me importa es que tu no mereces gobernarme ni gobernar a ninguno de mis compatriotas que día a día, trabajan con el deseo de ser mejores y por el bienestar de su familia.
Fuera Lucio, y fuera todas las ratas que tienen su madriguera en el Congreso.
Libertad Ecuatorianos, libertad!