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Revolución Paradigmática de la Economía julio 29, 2006

Posted by pegasussudaka in ecología, economía.
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En el proceso de transformación o revolución de paradigmas de la ciencia económica, para adaptarse y sobrevivir a la cambiante realidad global; y a los límites reales físicos, que se presentan al paradigma productivista; el Desarrollo Sustentable surge como respuesta y al mismo tiempo como un nuevo modelo, para hacer frente a la nueva sociedad de riesgos. Entendiendo a la sociedad como la respuesta y el intento del conglomerado humano de minimizar o tratar de hacer predecibles los riesgos derivados de sus decisiones colectivas; siendo ahora las consecuencias de las mismas globalizadas e intertemporales.[1] Además del reconocimiento del propio sistema económico como subsistema del Ecosistema global. En este sentido para poder seguir avanzando o progresando a este nuevo paradigma, un paso trascendental es la creación o formulación de herramientas para cuantificar o cualificar la realidad. Así como el progreso de la estadística y la creación de un sistema de contabilidad nacional más fiable e integrado, desde la Segunda Guerra Mundial; y del aporte de hombres como Simon Kuznets, con la medición del Producto Interno Bruto, y el Producto Neto Per-cápita; fueron grandes impulsores de la Macroeconomía como la conocemos hoy; de esta manera, para que el Desarrollo Sustentable no sea sólo un ejercicio filosófico, ni escolástico; y teniendo en cuenta la lógica económica (científica), es imperativo el desarrollo de indicadores que nos ayuden a comprender mejor la realidad, dentro de esta nueva visión; y más que todo lograr tomar decisiones y políticas más fiables, efectivas y eficientes. En nuestro país teniendo en cuenta las características de su economía, basado en la exportación primaria (agro-exportación y su producto estrella el petróleo); con prácticas extensivas, intensivas y con relaciones de trabajo precarias; con un marco institucional débil y con un marco legal inestable; con gran inequidad y con un estado corporativo, que no responde a intereses nacionales sino de grupos regionales y oligarquías. Es un país que tiene como eje central de su desarrollo histórico, económico y social; un conflicto permanente entre oligarquías (crisis de hegemonía) para controlar los recursos naturales (tierra, bosques, recursos mineros); con grandes alianzas de poder elitistas para explotar la mano de obra, y obtener así grandes rentas y beneficios para pocos, a costa del bienestar de muchos. Existen entonces grandes incentivos para la degradación ambiental y las prácticas extractivas de todo tipo de recurso, junto a una gran inequidad. La medidas tradicionales del bienestar y del desarrollo económico tradicionales; se vuelven de esta manera falsos e inadecuados para la realidad nacional. En los últimos años se ha dado un positivo pero insuficiente desarrollo, de los sistemas estadísticas y de cuentas nacionales del Ecuador hacia los indicadores sociales; con mediciones de la pobreza ya no sólo basados en el ingreso y el consumo sino en el concepto de “necesidades básicas insatisfechas” (acceso a servicios-INEC-), tasa de alfabetización y otros de este tipo; una débil integración de mediciones del tipo P-E-R (presión-estado-respuesta) por parte del Ministerio de Medioambiente y Ecociencia; pero en logros de la integración de verdaderos indicadores de sustentabilidad, estamos lejos de otros países de la región, como Chile (con un sistema regional similar al Canadiense), Brasil, Argentina, Venezuela, Colombia, Barbados y mucho más lejos todavía de países como Holanda y Japón (NAMEA). -Todo esto será ampliado en el marco conceptual-. Es crucial entonces la construcción e implementación de un sistema de cuentas nacionales, con los ajustes necesarios para reflejar de mejor manera la realidad ecuatoriana, que nos permita al mismo una mejor base para la orientación económica de nuestro país y al mismo tiempo una concienciación y conocimiento mayor del público de la situación actual.

[1] Libertad o Capitalismo; Ulrich Beck; Editorial Paidós; México 2000, pg.42

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