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¿Qué es justicia? agosto 22, 2006

Posted by pegasussudaka in ensayos, política, Uncategorized.
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La concepción neocontractualista de John Rawls es atractiva por su nivel de abstracción y por construir un modelo que justifica, desde la filosofía moral, la “desigualdad justa” (sin sacrificar nunca los principios liberales). La justicia es imparcialidad (fairness); y se basa en dos principios básicos que son la garantía de las libertades básicas compatibles con un esquema similar a los derechos de los demás. Y sobre todo en la justificación de las inevitables desigualdades sociales. Estas deberán satisfacer dos condiciones: Deben estar asociadas a posiciones abiertas a todos en igualdad de oportunidades; y deben maximizar el beneficio para los miembros menos aventajados de la sociedad. Esto último es sin duda muy importante, puesto que revela el principio de minimización de riesgo social, o el principio maxmin; esto es, maximizar la utilidad de los menos aventajados o de los perdedores del juego social. Esto es posible pues desde aquel punto original o punto de origen y bajo el velo de ignorancia; los hombres que están provistos de racionalidad y razonabilidad; elegirán un marco o un contrato que permita que haya ganadores (es decir, no se castigue al talentoso, al emprendedor, etc) y al mismo tiempo garantice u optimice la situación de los perdedores. Siendo esto posible, pues nadie sabría con certeza sus talentos, debilidades y por ende, que llegarán a ser al final del juego social. Eligiendo un contrato donde se minimice el riesgo de ser un perdedor. Puesto en diferentes palabras, el contrato que se firmará, será aquel donde se reconoce y permite que existan ricos y pobres, pues esto es propio de sistema de mercado -y de la vida misma-; pero donde los pobres estén en la mejor situación posible y existan ricos con la condición de que mejoren el bienestar de toda la sociedad. Se ve en esto un deseo de equilibrar la eficiencia con el bienestar social.

En este punto, podemos observar que el modelo de John Rawls, aunque es un juego o situación estratégica, y podría ser comprendido desde la Teoría de Juegos, presenta un grave obstáculo para poder modelizarlo desde esta manera, pues los jugadores no conocen su tipo (es decir, si es un jugador fuerte o un jugador débil; si es talentoso o no por ejemplo). Pues si conocieran su tipo, aunque no conociesen el tipo de los demás jugadores podríamos tener un juego bayesiano estático – con algunos supuestos de cómo se llevaría a cabo la negociación-. Esto nos lleva a una imposibilidad de saber como actuarían los jugadores en esta situación inicial; siendo la única forma de llegar a una solución, establecer un supuesto de cómo son los jugadores. Para Rawls, este jugador bajo el velo de ignorancia, como dijimos no sabe su tipo, pero es un ser racional (maximizador de su propio beneficio y que concibe el bien) y es razonable (que comprende los principios de la colaboración equitativa o que busca el bien común); esto también cambia la forma de modelizar, pues no estamos frente al hommo economicus, sino frente a un ser moral.
Sin embargo, existe una crítica clara que podemos extraer de este intento de modelizar el contrato de Rawls desde la Teoría de Juegos y es que en su situación hipotética no considera la aversión al riesgo, es decir, no considera como afectaría su principio de maxmin, el hecho de que los jugadores sean propensos al riesgo. Sin duda, apostarían por una sociedad que premiara un poco más a los ganadores y subsanara débilmente a los perdedores; aunque se mantuviesen bajo el velo de ignorancia. Esto sin duda no cambia el deseo de equilibrar o armonizar los ideales de la maximización de los beneficios y del bienestar social, pero hace que las posibles soluciones sean múltiples (o no únicas), es más haciéndolos independientes de un Óptimo de Pareto . Es decir, relativiza el principio de minimización del riesgo, y más aún da una mayor importancia al cómo y al procedimiento del contrato social (o a la negociación). Está claro que el planteamiento de Rawls es demasiado abstracto para ser blanco de este tipo de críticas y de esta “relajación” o puntualización de supuestos implícitos, pero es un ejercicio intelectual que nos permite ver, cómo diferentes sociedades con diferentes tipos de contratos sociales, pueden seguir siendo justas en su diversidad. Esto es, sociedades como la norteamericana con una mentalidad arraigada de progreso y éxito (entendidos desde la concepción burguesa), han creado una sociedad donde al ganador se lo premia grandemente y al perdedor solamente se le garantiza con lo más básico del Estado de Bienestar (cobertura médica- aunque no completa-, educación gratuita-aunque de baja calidad-), pero que produce 64 ricos diarios. En Europa, en especial los países nórdicos han creado fuertes Estados de Bienestar; con amplios derechos para los sindicatos y trabajadores, seguros de desempleo onerosos, cobertura médica global y de gran calidad desde el nacimiento a la muerte, etc.; pero donde existen altísimas tasas de desempleo y donde es muy difícil la instalación de nuevas industrias y el emprendimiento en general. Cuál sociedad es la más justa. La respuesta depende de nuestras creencias, de nuestra cultura, de nuestra ideología. La respuesta viene de la política; y he aquí donde yace la verdadera justicia; en la capacidad de todos los miembros de la sociedad civil, de poder tener un voto igual al de todos los demás, independientemente de los talentos, capitales o influencias; más aún razas, religiones o creencias. Esto, para poder elegir en un proceso democrático representativo el contrato más justo, que cumpla con el principio de maxmin, bajo el parámetro de riesgo establecido desde este consenso.

Comentarios»

1. Pokenecio - septiembre 4, 2006

Cuando dices: «La respuesta depende de nuestras creencias, de nuestra cultura, de nuestra ideología», creo que enfocaste mal el asunto, ya que el método de decisión de Rawls comprende que es posible estar en cualquier punto de vista y, sin embargo, llegar a los mismos resultados que él. Recuerda el prólogo a «Teoría de la Justicia», donde dice que si cada persona lo acompaña a lo largo de su razonamiento, deberá llegar a los mismos resultados. El punto en esto es que es una teoría independiente de la cultura o de la constitución moral previa a la posición original.
El velo de la ignorancia estaría salvando esto: se reconocen los casos de morales diferentes, pero nadie sabe a cual de ellas pertenece, por lo que se debe regular para todas por igual.
Con respecto a lo de la teoría de juegos, me parece muy bien criticarlo desde ahí, pero la teoría de Newmann y Morgenstern es claramente económica, y si revisas el «Theory of games and economic behaviour», te podrás dar cuenta de que es una teoría que supone una racionalidad instrumental, cosa incompatible con los términos rawlsianos.

2. Pegasus_sudaka - septiembre 4, 2006

A pesar de que el tratamiento desde la teoría de juegos, como tu bien lo dices, trata de un hombre racional y no el moral de Rawls (racional y razonable); la falta del tratamiento del riesgo hace la crítica todavía válida. En lo que se refiere a tu primera crítica, mi deseo no era citar ni parafrasear a Rawls, sino contradecirlo. La idea de crear un modelo positivo y absoluto está fuera del alacance de las ciencias sociales, así como de la filosofía moral. Para mí cualquier tratamiento de la realidad social es relativa a su propio contexto social e institucional (también histórico). Recuerda que le modelo de Rawls no es una hipótesis plausible, no es un experimento y peor aún una guía a seguir. Es simplemente un test intuitivo de justicia. Gracias por tu comentario.

3. pokenecio - septiembre 5, 2006

Que bueno conversar de estos temas.
De todas formas, la teoría de Rawls tiene dos formas, la primera de situación ideal, y una segunda aplicada, por lo que quizás, se puede suponer cierta aplicabilidad legislativa. Casos claros de esto son las contundentes críticas de Nozick, Gauthier o Tugendhat que creen que la teoría tiene una suposición aplicable, por lo tanto normativamente directa.
En el parágrafo 36 (creo) de «Teoría de la Justicia» hay una explicación de lo que Rawls entiende por moral, porque de todas maneras, supone cierta moralidad, bastante cuestionable, pero la hay. De todas formas la teoría fue relevada por los preceptos de «El liberalismo político», donde ya hay pretenciones claras de aplicación.

4. Pegasus_sudaka - septiembre 5, 2006

No discrepo con eso, pero de la ciencia a la política hay un gran salto; ese salto está determinado por las redes de poder. Esas redes tienen condicionamientos históricos y sociológicos. No puedes prentender que se legisle así; la despersonalización del contrato social es el objetivo último de los liberales; que aunque parezca paradójico prescindir de los contratantes; bajo la égida del positivismo se lo puede hacer. Ciencia de la justicia? No es posible. La justicia es inconmesurable.
(Si de verdad es bueno encontrarse con alguien con quien hablar de estos temas).

5. Pokenecio - septiembre 5, 2006

No creo que las redes de poder sean la diferencia principal entre ciencia y política. Pero sí me parece que una gran diferencia es que la primera es predictiva y la segunda normativa.
Al asumir un contrato social en el sentido de Rawls, creo que no se está despersonalizando, sino que se está universalizando, puesto que las personas que regulan la posición original deben ponerse en el caso de que ellas fuesen de cualquier modo posible, por lo cual deben elegir principios para instituciones que velen por todos estos tipos de personas, que ya están en su conocimiento.
Lo de la justicia inconmensurable no me gusta mucho, prefiero suponer que sí hay un rango de justicia al que se puede acceder mediante algún método de decisión, puesto que así es la única manera de poder juzgar asuntos de reprobación universal como la tortura. Si fuese inconmensurable, no podría haber un consenso respecto a estos temas, dejándolo en algo así como un mar de incertidumbre.
Me parece bueno también que se desligue la teoría política de cualquier tipo de pretención histórica (aun así cuando los casos a juzgar tengan su tiempo y lugar), puesto que con esto se asegura un mínimo de objetividad. En el caso de tomar este antecedente (el histórico) como un agravante dentro de la discusión, puede ocasionar un relativismo como por ejemplo los que ocurren con Feyerabend, o con cualquier tipo de inconmensurabilidad, ya que esto permite que todo valga. Personalmente no me gusta. Pero respeto que se pueda pensar una teoría así, aunque no creo que sea efectiva al punto de determinar claramente si un acción se puede considerar un crimen o no.

6. Pegasus_sudaka - septiembre 5, 2006

El relativismo en las Ciecias Sociales surge de sus propias imposibilidades espistemólogicas. No se puede comprender una realidad fuera de su contexto. En lo que se refiere a las redes de poder, utilizo las categorías de Foucault. Recuerda que el orden del saber está imbricado con el orden del poder; y esos consensos de los que hablas se dan porque hay una relación de poder. Cuando esto no ocurre hay crisis de hegemonía y revoluciones; no hay consensos. Recuerda finalmente que la ciencia no es la única forma válida de conocer el mundo; y que muchas veces es apologética.

7. vane - septiembre 11, 2007

ola jjajajajj…
muyy bueno
xauuu

8. nadie - septiembre 26, 2008

q se mueran todos en elllllllll mundo


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